¿Qué es una vivienda inteligente?
Una vivienda inteligente es la que dispone de sistemas avanzados y automatizados para controlar y monitorizar cualquier función del hogar: iluminación, seguridad, calidad del aire, control de temperatura, etc.
Hoy en día, cualquier actividad doméstica puede ser automatizada: interruptores activados con la voz, sistemas de riego de plantas, dispensadores de comida de mascotas, sensores de movimiento capaces de distinguir entre habitantes, visitantes e intrusos y de avisar a la policía.
La vivienda inteligente aspira a que todos los aspectos cotidianos del hogar sean automáticos, la posibilidad de interconectar la automatización de las diferentes funciones domésticas, por ejemplo: programar para que cuando se enciendan las luces de la casa y suene nuestra canción favorita.
El problema es que, para que los sistemas de automatización domésticos sean verdaderamente efectivos, es preciso que sean interoperables independientemente de su fabricante, y que utilicen el mismo protocolo o uno compatible, para no tener que utilizar 15 mandos para 15 aparatos distintos. Aunque por el momento no se ha resulto ese «problemilla», cada día surgen nuevas apps y servicios en la nube que ofrecen soluciones prácticas para conectar diferentes funciones y dispositivos.
Una vivienda inteligente no es una colección de aparatos tecnológicos, sino un sistema coherente que pueda ser controlado de forma remota desde un dispositivo central, llamado hub, capaz de percibir y procesar datos y comunicarse online, por ejemplo Amazon Echo, Google Home, etc.
Hay que tener en cuenta que la automatización doméstica permite la optimización de cualquier recurso como el agua, la electricidad e incluso la alimentación, lo que repercute en un beneficio para la ecología y también para la economía del usuario.
Pero los beneficios de la tecnología inteligente se multiplican cuando pasamos a la escala comunitaria o pública. Las habitaciones de un hotel y los edificios de oficinas pueden programarse para un apagado completo cuando no se están usando o ajustar la climatización de las salas de reuniones en función de los ocupantes.
Fuente: revistainteriores.es
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