La lluvia y los efectos que provocan en las edificaciones
Después de las inclemencias meteorológicas las edificaciones pueden verse afectadas por problemas de humedades estructurales. La cantidad de agua que se absorbe en el suelo puede generar humedades por capilaridad en las plantas bajas y filtraciones laterales en sótanos, garajes o parkings.
Las humedades por capilaridad ocurren cuando el terreno absorbe una gran cantidad de humedad y los muros de los edificios filtran el agua, actuando como una esponja.
Las humedades por filtraciones laterales se producen cuando el agua presente en el exterior de un muro penetra lateralmente en el edificio. Por lo tanto, las áreas en contacto directo con el suelo sobre el cual se construye el edificio son especialmente susceptibles a este tipo de humedades.
Además, el contraste térmico intenso entre el exterior y el interior, combinado con una falta de ventilación natural adecuada en la vivienda, puede generar condensación. Este fenómeno se produce cuando hay un exceso de vapor de agua en el ambiente.
Las humedades tienen graves consecuencias, ya que el proceso de corrosión y oxidación provocado por el agua puede debilitar los muros y cimientos, llegando incluso a provocar un colapso estructural. Pero lo más preocupante son los problemas de salud que pueden surgir para las personas afectadas, especialmente para grupos de riesgo como ancianos, niños, personas inmunodeprimidas o embarazadas. Convivir con humedades puede aumentar los casos de enfermedades respiratorias, gripales, asma, bronquitis, neumonías, alergias, dermatitis, afecciones reumáticas, oculares y rinitis crónica, entre otros síntomas comunes.
Fuente: infoconstruccion.es
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