El microcemento: un material lleno de posibilidades
El microcemento es un material con muchas posibilidades, esto lo convierte en una opción muy moderna y segura. Se trata del cemento pulido que se ajusta perfectamente a las necesidades de obra, aportando originalidad y calidad.
El microcemento se puede utilizar en paredes, suelos, baños, cocinas y salones, combinando a la perfección con otros materiales como la madera, metal o cristal. La mayor propiedad de este material es su extraordinaria fijación a todo tipo de superficies.
Se trata de un material muy resistente y de fácil trabajo, lo que permite obtener acabados muy estéticos y originales. Soporta bien el paso de personas y se puede colocar sin ningún problema en baños y platos de ducha, ya que está en un punto medio en cuanto antideslizante se refiere. Su aplicación es de unos 20 metros cuadrados al día, lo que facilita la reforma del baño ya que se realiza mucho más rápido. Esto lo convierte en una de las opciones más interesantes si estamos pensando en reformar el baño.
Se puede elegir tres tipos de acabados:
- Satinado: su apariencia le sitúa entre el acabado mate y el brillo (es el que más aceptación tiene).
- Brillo: acentúa y aviva el color haciéndolo muy atractivo.
- Mate: aporta una apariencia muy natural apagando levemente la tonalidad del color.
Tiene un mantenimiento sencillo, con un paño humedecido en agua con jabón neutro es suficiente para mantenerlo perfecto.
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