El hormigón celular
El hormigón celular es un material de construcción ligero y poroso que se utiliza en una amplia variedad de aplicaciones. Está compuesto por cemento, agua, arena y un agente espumante que le da su característica porosidad.
La espuma se genera por la adición de aire o gas al mortero mediante un agente espumante. El mortero se mezcla con la espuma, lo que da lugar a una mezcla homogénea que se vierte en moldes o encofrados.
Entre las ventajas del hormigón celular se encuentran su peso ligero, su buen aislamiento térmico y acústico, su resistencia a la compresión ya la flexión, y su durabilidad. Además, es un material resistente al fuego y a la intemperie.
En cuanto a sus aplicaciones, el hormigón celular se utiliza en la construcción de paredes, suelos, techos, cimientos, y en la creación de bloques y ladrillos. También se utiliza en la construcción de puentes y carreteras.
Fue inventado en 1927 y es un material de construcción utilizado con frecuencia. Es un material de construcción destinado a obra gruesa. Es producido exclusivamente a partir de materias primas naturales y se puede elaborar en fábricas o en obra. En Europa se calcula que se construyen 500.000 casas individuales cada año con este material.
Su colocación resulta rápida y fácil de ejecutar.
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