Parece que cuando uno empieza a pensar en los grifos se perdiera toda posibilidad de escoger palabras que resulten elegantes para definir este elemento tan importante en nuestra cocina o baño.
A parte de elegir la función que tendrá en la cocina, el lavabo, ducha, bañera, etc, es conveniente preocuparse por el diseño ya que aportará un toque especial al baño.
Existen grifos monomando, bimando y termostáticos. Los grifos monomando nos permiten con un solo mando tener el control de la temperatura y el caudal de agua que deseamos en cada momento.
Los grifos bimando son los que cuentan con un mando para el agua caliente y otro para el agua fría. Resulta más complicado poder regular el caudal de agua y la temperatura ya que hay que combinar los dos mandos.
Los grifos termostáticos resultan ideales para las duchas, permiten controlar la temperatura y el caudal de agua, cuenta con un solo grifo con dos mandos, con uno controlamos la temperatura y con el otro el caudal de agua.
Otra cosa que hay que tener en cuenta a la hora de elegir la grifería es el acabado que queremos que tenga, existen una gran variedad de acabados (cromo, acero, níquel, latón, bronce, etc.)
Además hay otros tipos de grifos, los grifos temporizados, estos cuentan con un sensor o pulsador que hace que se accione el funcionamiento al pasar las manos por delante y pararse cuando se retiran. En caso de que sea un pulsador, será necesario presionar sobre el mismo para que realice la función al pulsar sobre dicho pulsador y un tiempo predeterminado es el que le mantendrá en funcionamiento.
Existen diferentes tipos de instalación (mural a pared, empotrada, sobre repisa).
Otra cosa que no hay que pasar por alto son las válvulas de desagüe, existen tres tipos: la válvula tradicional que consta de un tapón con una goma y una cadena que mantiene unido el tapón al grifo. La de pulsación consiste en que al pulsar se cierra o se abre permitiendo que salga el agua. De desagüe automático en la que no es necesario tocar el agua para vaciarla.
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