¿Necesitas desatascar las cañerías?
Ya sabes que antes de empezar con un trabajo que nos pueda causar algún daño, hay que tomar las medidas de precaución adecuadas.
En el caso de tener las cañerías atascadas, hay varios métodos que nos pueden ayudar a solucionar el «problemilla».
Con un desatascador de muelle: consiste en un muelle de cierta longitud y anchura que hay que introducir en las cañerías a través del bote sifónico. Según se va introduciendo el muelle, la suciedad o elemento que tapona la tubería va siendo empujado hacia delante, a una zona en donde haya menos atasco. Este sistema es ideal cuando se está seguro de que hay algo que obstruye la tubería.
Con el desatascador de ventosa: este sistema es el más utilizado, consiste en una ventosa con un mango. Su funcionamiento es por succión, se coloca la ventosa en al boca del desagüe y se tapa el rebosadero con un paño para provocar un vacío. Al tirar del mango, la ventosa succiona lo elementos que estén provocando el atasco. Se debe repetir la operación varias veces, para retira los restos que aún no estén muy pegados a las tuberías.
Con un desatascador neumático: es una versión moderna del tan socorrido desatascador de ventosa. Su funcionamiento es por empuje y succión, se apoya en el desagüe y al accionar el mando de arriba abajo varias veces, se mete presión al conducto a la vez que succiona los restos que pueda haber. Es muy cómodo y fácil de usar.
Con desatascadores químicos: pueden ser en gel, líquido o con granos. Su composición disuelve químicamente la grasa y depósitos orgánicos. Hay que tener precaución a la hora de utilizar este método, ya que en caso de que las tuberías sean viejas o débiles se pueden dañar. Antes de llegar a este sistema, es mejor probar con los otros.
Fuente: leroymerlin.es
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