El futuro de la calefacción pasa por bombas de calor o el hidrógeno verde
Bruselas propone que los edificios de nueva construcción estén libres de CO₂ a partir de 2028. El cambio en la forma de calentar los edificios en Europa y en el mundo se está produciendo con el objetivo de cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 y el Acuerdo de París. La Unión Europea está trabajando en una hoja de ruta para descarbonizar todos los sectores de la economía, especialmente el de los edificios y la calefacción en las épocas frías.
La calefacción es responsable del 10% de las emisiones globales de CO₂, según la Agencia Internacional de la Energía. En marzo, la UE reformó la directiva de eficiencia energética de los edificios, con el objetivo de eliminar las formas de calefacción que utilizan combustibles fósiles, como gas y diésel. Las opciones consideradas son las bombas de calor y el hidrógeno verde o renovable.
Los edificios en la UE representan el 40% del consumo final de energía y el 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero. La Comisión Europea propone que los nuevos edificios sean libres de emisiones a partir de 2028 y que se eliminen progresivamente las calderas de gas y diésel para 2035.
Existen dos enfoques principales para la descarbonización de la calefacción: la electrificación mediante bombas de calor y los modelos híbridos que utilizan hidrógeno en combinación con calderas preparadas para su uso. Sin embargo, hay debates sobre la eficiencia y los costos del hidrógeno verde en comparación con las bombas de calor.
Algunos expertos argumentan que la producción de hidrógeno es ineficiente y más costosa. Además, su implementación requeriría cambios en la infraestructura de distribución de gas. Se necesita un cambio en las políticas públicas para promover las bombas de calor y reequilibrar los impuestos relacionados con la electricidad, el gas y los combustibles para calefacción.
La eficiencia energética de los edificios también es un aspecto importante, y se requiere una mayor inversión en la rehabilitación y el aislamiento de las viviendas. Se propone la creación de una red estatal para centralizar las ayudas a la rehabilitación y considerar todas las posibilidades energéticas de los edificios.
Fuente:cincodias.elpais.com
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