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Las diferentes limpiezas de una casa

 

Limpieza de las bañeras de hidromasaje

Hay que tener claro que la limpieza en profundidad de un jacuzzi o bañera de hidromasaje es un poco más engorrosa que la de una bañera convencional, ya que estás no tienen los tubos del chorro.

Para una limpieza en profundidad  de los jacuzzi de chorros de agua puedes usar este método: Llena la bañera (mejor si es agua caliente) por encima de los agujeros, a continuación añade dos cucharadas de jabón al agua junto con media taza de lejía (también sirven los limpiadores específicos para este tipo de bañera). Una vez añadido enciende los inyectores unos 2 minutos para que se mezcle todo bien y deja en la bañera sobre una hora para que se empape bien con esta mezcla. Cuando haya pasado este tiempo, vuelve a encender el inyector durante unos minutos, apágalos y vacía la bañera.

A continuación debes limpiar cuidadosamente la bañera para eliminar cualquier residuo.

Limpiar suelos de ladrillo

Para mantener limpio el suelo de ladrillo, hay que aspirar y pasar un estropajo húmedo. En el caso del que el piso esté opaco podemos usar una solución de un vaso de vinagre en 1 litro de agua.

Si el ladrillo está manchado de moho, hay que añadir al agua, cloro del que se utiliza para lavar  y con un cepillo grande frotar bien hasta que se consiga eliminar lo más posible el moho. En el caso de que no saliera del todo, se puede repetir semanalmente hasta que desaparezca por completo.

Si en el ladrillo hay  manchas de pintura nos resultará bastante difícil que desaparezcan , pero lo que podemos hacer es disimularla.  Para conseguir disimularla compraremos un disolvente de pintura y frotamos la macha hasta que apenas se note, después con una pintura que se parezca lo más posible al ladrillo pintamos la zona donde estaba la mancha y quedará perfecto.

Limpiar las persianas

En España casi todas las persianas son enrollables, son persianas muy fáciles de limpiar por dentro, ya que no implica nada, sólo bajarlas e ir limpiando con un poco de agua y jabón, pero para limpiarlas por fuera, si estamos en un piso alto puede parecer una tarea peligrosa o complicada y nada más lejos de la realidad.

Lo que debemos hacer es subir la persiana hasta arriba y abrir la tapa del tambor, que normalmente está a presión con lo cual simplemente tendremos que tirar de ella hacia fuera o sujeta por tornillos, con que solo tendremos que desatornillarlos, en el interior está la persiana enrollada, con la parte exterior mirando para ti.

Lo primero que debemos hacer es aspirarla ya que si lleva un tiempo sin hacerse tendrá bastante polvo acumulado.

A continuación mezcla en un cubo agua con detergente y vete pasando una esponja con esta mezcla por la primera vuelta del rollo. Una vez que ya esté limpio baja un poco la persiana con lo que la parte que has limpiado se desenrollará y quedará al aire.

Sigue limpiando cada vuelta hasta que la persiana quede completamente desenrollada.

Una vez que ya tengamos toda la persiana limpia solo nos queda volver a colocar la tapa del tambor.

Puedes aprovechar para hacer el mantenimiento de las guías, pasándoles primero el aspirador y engrasándolas a continuación con un aceite especial, con lo que conseguirás que se deslicen mejor.

Limpiar un radiador

Los radiadores son uno de los sitios donde más polvo y suciedad se acumula. Están montados de tal manera que es muy complicado llegar a todos los recovecos por lo que suelen acabar acumulando más polvo y suciedad de la que desearíamos.

Para poder limpiarlo bien, aparte de tiempo, necesitaremos una aspiradora con una boca estrecha, un plumero o podemos fabricar uno con un palo largo al que atamos un trapo y así nos aseguramos que nos llega a todos los sitios, agua, jabón y si queremos una limpieza en profundidad un poco de amoniaco, una toalla seca y un trapo.

Lo primero que debemos hacer es cubrir el suelo debajo del radiador con un trapo, para que el polvo y suciedad se queden encima de este.

A continuación pasaremos la aspiradora para intentar quitar el mayor polvo posible.

Después con el palo o plumero seguiremos quitando el polvo. Una vez que ya no tenga polvo debemos mojar el trapo con el agua y el jabón, se puede añadir también un poco de amoniaco, y lo escurriremos bien, sólo queremos que se humedezca e iremos introduciéndolo por los recovecos, repetiremos las veces que sea necesario hasta que esté limpio.

Por último hay que secar el radiador ya que de otra forma se nos oxidará, lo mejor es ir pasando un paño seco por todos los sitios y terminar con el secador para asegurarnos que nos queda bien seco.

Truco para limpiar la silicona de los baños

La silicona de los baños, es uno de los sitios donde más prolifera el moho ya que es una superficie flexible que mantiene la humedad.

Si las juntas ya están excesivamente negras, lo mejor es que las cambies, podrás encontrar como hacerlo dentro de este blog en la entrada titulada » Renovar las juntas de silicona».

Para poder matar este moho de la silicona puedes crear tú mismo  un producto en un botella con atomizador, para que sea más fácil aplicar, en la que mezcles 2/3 partes de vinagre blanco con 2 cucharaditas de bicarbonato de sodio. Cuando termine la efervescencia ya podrás cerrar la botella y comenzar a pulverizar por toda la superficie con moho. Espera aproximadamente una hora.

Una vez que haya pasado ese tiempo, es hora de limpiarlo, lo mejor es usar un cepillo de dientes y agua muy caliente para enjuagar. Una vez que esté todo limpio sécala con una toalla limpia.

Para intentar evitar que regrese el moho, rocíalas todas las semanas con vinagre y sécalas cada vez que se mojen.

Limpiar el suelo porcelánico

El tema es un poco prosaico ya lo sé, pero no deja de ser interesante a la hora de cuidar los suelos de nuestra casa, oficina o despacho.

El hecho es que, si pretendemos que brillen siempre como el primer día, debemos seguir unos pequeños consejos a al hora de limpiarlos.

Este material, se consigue mezclando arcillas blancas, cuarzo, feldespato y caolín. Es ecológico y no contamina incluso en caso de que se queme en un incendio. Dada su resistencia se puede usar, tanto en exterior como en interior.

Los suelos porcelánicos tienen un brillo muy característico,  que hacen de ellos un elemento muy llamativo y elegante. Su cuidado es un poco rollo ya que la superficie que presenta el gres porcelánico es muy poco porosa y no resulta fácil conseguir que no quede ningún resto de agua o pisada.

Con una fregona muy escurrida y mejor sin jabón, pasaremos el suelo intentando evitar  que quede ningún resto de agua, ya que así evitaremos que una vez seco aparezcan las marcas de agua o de pisadas.

A diario, es conveniente pasar el suelo con una mopa un poco húmeda y a continuación, se pasará una segunda mopa seca para sacar el brillo.

Si en algún momento, fuera necesario utilizar un producto de limpieza para sacar alguna mancha complicada, lo que hay que recordar, es que una vez eliminada la mancha, se aclarará el suelo con agua tibia, intentando retirar cualquier resto de producto, procurando que el suelo quede lo más seco posible y así evitar las odiosas marcas.

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